El mundo tecnológico se ha reunido esta semana en la Feria de Electrónica de Consumo (CES) en Las Vegas (EE.UU.) para anunciar innovaciones que buscan trasformar todo tipo de sectores, con productos que van desde adorables robots domésticos con inteligencia artificial (IA) a aparatos que hacen «hablar» a las plantas o gafas para oír mejor.
Pese a la disparidad de novedades que se pueden ver en los 4.000 stands de la feria, que termina este viernes, se puede encontrar un denominador común: la IA.
Diversas ramas de esta tecnología están integradas en televisiones -algunas hasta transparentes, como la de LG- espejos y barbacoas inteligentes, así como en robots domésticos.
Hasta el director ejecutivo de L’Oréal, Nicolas Hieronimus, chateó en directo sobre el estado de su piel con su «genio de la belleza», un asistente digital equipado con IA y realidad aumentada (AR) que da consejos a los usuarios.
La empresa francesa se convirtió el martes en la primera compañía del mundo de la belleza en dar el discurso de apertura de la feria.
Aunque la empresa que más furor causó fue la startup Rabbit con su dispositivo R1, que es similar a los asistentes de voz Alexa, de Amazon, y Siri, de Apple, pero además es capaz de pedir comida, un Uber, reproducir música o mandar un mail, por ejemplo, sin necesidad de que el usuario interactúe con ninguna interfaz adicional.
Tras presentar R1 en Las Vegas, la compañía asentada en EE.UU. consiguió agotar sus existencias al vender en un día 10.000 unidades. El dispositivo cuesta 199 dólares.