Miércoles 4 de Septiembre, 2024
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó la ejecución de al menos 30 funcionarios, responsabilizándolos por la devastación causada por inundaciones masivas en julio. Los informes provenientes de medios surcoreanos señalan que las autoridades ejecutadas fueron acusadas de no prevenir el desastre que cobró la vida de entre 4,000 y 5,000 personas y desplazó a más de 15,000.
Las intensas lluvias que azotaron el país provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones, afectando gravemente a la provincia de Chagang y a la región fronteriza con China, específicamente en la cuenca del río Yalu. En estas áreas, más de 4,000 edificios y 3,000 hectáreas de tierras agrícolas quedaron sumergidas, lo que resultó en una grave crisis humanitaria.
Las ejecuciones, realizadas simultáneamente a finales de julio, fueron llevadas a cabo bajo cargos de corrupción y negligencia en la gestión del desastre. Según declaraciones de un oficial del gobierno, los funcionarios removidos fueron acusados de fallar en su deber de proteger a la población y mitigar el impacto del desastre.
Entre los funcionarios destituidos se encuentran Kang Bong-hoon, secretario del Comité Provincial del Partido en Chagang desde 2019, y el Ministro de Seguridad Pública, quienes fueron relevados de sus cargos tras una sesión de emergencia convocada por Kim Jong-un.
Las ejecuciones públicas son un fenómeno recurrente en Corea del Norte. Antes de la pandemia de COVID-19, el país registraba un promedio de 10 ejecuciones públicas anuales, cifra que ha aumentado significativamente en los últimos años, alcanzando cerca de 100 por año, según medios locales.
