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Salomé Ureña: Poeta y Pionera en la Educación Dominicana

Lunes 21 de Octubre, 2024

SANTO DOMINGO, RD – Un 21 de octubre de 1850 nació Salomé Ureña, reconocida poetisa y educadora dominicana, quien se destacó como una de las principales voces de la poesía lírica del siglo XIX en la República Dominicana. Su influencia no solo fue literaria, sino también educativa, siendo una de las primeras en abogar por la educación formal para las mujeres en su país.

Formada bajo la influencia del pensamiento positivista y las enseñanzas del educador Eugenio María de Hostos, Ureña fue pionera en la creación de una nueva visión educativa para las mujeres dominicanas. Aunque su obra poética no fue muy extensa, logró resonar en gran parte de Latinoamérica por la profundidad de sus temas y su manejo del lenguaje.

Entre sus trabajos más destacados se encuentran Ofrenda a la Patria, Sombras, A mi madre y El ave y el nido, que reflejan su patriotismo, sensibilidad y talento poético. A lo largo de su vida, Ureña exploró desde los temas más personales y trágicos, hasta aquellos que exaltaban el amor por su país.

Hija del abogado y escritor Nicolás Ureña de Mendoza y Gregoria Díaz de León, Salomé fue educada en un ambiente que favorecía el desarrollo intelectual desde temprana edad. Su padre, apasionado por la literatura, la introdujo a los clásicos de la literatura española y francesa, mientras que su familia materna la formó en las primeras nociones educativas. A los 15 años, Salomé comenzó a escribir poesía, y a los 17 publicó sus primeras obras bajo el seudónimo de “Herminia”.

Con el tiempo, su poesía fue evolucionando, reflejando tanto el dolor personal como el fervor patriótico. En poemas como En horas de angustia y Ruinas, mostró un tono más oscuro, mientras que en otros como A la Patria canalizó una poderosa energía nacionalista. Asimismo, su vida personal también se entrelazó con su obra, como se observa en su poema Mi Pedro, dedicado a su hijo.

Salomé Ureña falleció el 6 de marzo de 1897, a los 46 años, debido a complicaciones de tuberculosis. Sus restos fueron trasladados al Panteón de la Patria en 1972, en reconocimiento a su inmenso legado.

Casada con Francisco Henríquez y Carvajal, quien posteriormente sería presidente de la República Dominicana, Ureña dejó un importante legado no solo en la poesía, sino también a través de sus hijos, quienes se convirtieron en destacados intelectuales dominicanos.

Hoy en día, Salomé Ureña es recordada como una de las figuras más ilustres de la literatura y la educación dominicana.