Miércoles 25 de junio, 2025
SANTO DOMINGO, RD. – El 25 de junio de 2009 el mundo quedó paralizado tras conocerse la muerte de Michael Jackson. Tenía apenas 50 años y su partida dejó un vacío irreparable en la música. Hoy, al cumplirse 16 años de ese fatídico día, su legado permanece intacto y su figura continúa brillando con fuerza en la cultura popular.
Michael Jackson no fue simplemente un artista: fue un revolucionario de la industria musical. Cantante, compositor, bailarín y visionario, rompió barreras raciales y creativas, marcando un antes y un después en la historia del entretenimiento.
Desde su niñez, ya destacaba como la voz principal de los Jackson 5, grupo con el que conquistó al mundo con éxitos como “I Want You Back” y “ABC”. Sin embargo, su despegue como solista a finales de los 70 con el disco “Off the Wall” mostró su verdadero potencial.
El fenómeno global llegó en 1982 con “Thriller”, álbum que redefinió el concepto de éxito musical. Con videoclips innovadores como “Billie Jean”, “Beat It” y el mítico “Thriller”, Jackson llevó el formato audiovisual a un nuevo nivel, fusionando música, cine y espectáculo.
Durante las décadas de los 80 y 90, continuó su ascenso con producciones como “Bad”, “Dangerous” y “HIStory”, convirtiéndose en el artista más premiado de su generación. Su inigualable estilo de baile, especialmente el famoso moonwalk, y sus presentaciones en vivo dejaron huella en millones de seguidores alrededor del mundo.
Más que un ídolo musical
La influencia de Michael Jackson trascendió los escenarios. Fue un ícono de la moda, un defensor de causas sociales y un filántropo comprometido con la niñez y los derechos humanos. A través de sus letras y acciones, promovió mensajes de paz, unidad y esperanza.
No obstante, su vida privada estuvo constantemente bajo el escrutinio público y rodeada de polémicas. Pero incluso en medio de controversias, su impacto artístico y cultural sigue siendo innegable.
Hoy, a más de una década de su fallecimiento, el Rey del Pop continúa siendo una figura vigente. Su música, su talento y su legado viven en generaciones que lo descubren y redescubren, confirmando que Michael Jackson nunca se fue: simplemente se transformó en leyenda.