Cada 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Lactancia Materna, una fecha dedicada a concienciar sobre el impacto positivo de esta práctica en la salud y el desarrollo de los recién nacidos. La leche materna es considerada el alimento ideal durante los primeros seis meses de vida, ya que proporciona todos los nutrientes necesarios y fortalece el sistema inmunológico del bebé.
Especialistas en salud infantil señalan que más allá de los beneficios nutricionales, la lactancia crea un lazo emocional fundamental entre la madre y el hijo, promoviendo un desarrollo afectivo saludable.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como UNICEF destacan la lactancia materna como una estrategia clave para reducir la mortalidad infantil y mejorar la calidad de vida de las madres. También reconocen que amamantar ayuda a las mujeres a recuperarse después del parto y disminuye el riesgo de enfermedades como el cáncer de mama y de ovario.
Este año, la campaña internacional hace un llamado a los gobiernos, empresas y comunidades para que implementen políticas de apoyo real a las madres lactantes. Entre las acciones sugeridas figuran licencias de maternidad adecuadas, espacios dignos para amamantar en el entorno laboral y acceso a asesoría profesional especializada.
La conmemoración busca reforzar el compromiso global con el bienestar de la infancia, destacando a la lactancia materna como el primer acto de amor, protección y salud.