Viernes 24 de Octubre 2025
Santo Domingo.-Con una visión que rompe con los estigmas históricos sobre la frontera dominicana, la feria ecoturística “Dajabón Vívelo” se presentó en Santo Domingo como una estrategia innovadora de desarrollo territorial y de resignificación cultural. El evento, respaldado por la Vicepresidencia de la República, no solo atrajo miradas, sino que propuso un modelo replicable de articulación social y económica desde lo local.
Néstor Estévez, especialista en comunicación estratégica y gestión pública local, valoró la iniciativa como un acto de reivindicación que transforma la imagen de Dajabón, usualmente asociada al conflicto y la marginalidad.
En un artículo periodístico, Estévez señala que más allá de una feria, “Dajabón Vívelo” representa un esfuerzo integral que une identidad, gobernanza, cultura y naturaleza, alineado con las recomendaciones de organismos como la CEPAL para un desarrollo territorial sostenible.
La propuesta exhibida en la capital con participación de ministerios, empresas, organizaciones culturales y comunidades puso en evidencia la capacidad de liderazgo local, destacando la labor de la diputada Daritza Zapata, quien ha impulsado iniciativas de turismo sostenible y participación comunitaria.
Estévez resalta cuatro claves que posicionan esta feria como un ejemplo a seguir:
• Visión compartida y liderazgo territorial, con actores locales comprometidos.
• Articulación multisectorial, como base de legitimidad y sostenibilidad.
• Anclaje en la identidad y recursos propios, para promover turismo con pertenencia.
• Escenarios de encuentro y aprendizaje, que fortalecen las redes y la cogestión.
La elección de Santo Domingo como sede buscó visibilizar a Dajabón ante los tomadores de decisión, pero, según Estévez, el verdadero impacto radica en la capacidad de esta propuesta para cambiar la narrativa: mostrar a la frontera como un espacio de cultura, biodiversidad y futuro.
El desafío ahora, enfatiza, es garantizar la continuidad institucional, vincular estos esfuerzos con marcos normativos y presupuestarios, y replicar el modelo en otros territorios. “El desarrollo no se impone, se construye desde el territorio y con su gente”, concluye Estévez.

