Viernes 27 de Diciembre, 2024
Un trágico incidente aéreo ocurrió el pasado 25 de diciembre, cuando un avión de Azerbaijan Airlines, que cubría la ruta entre Bakú y Grozni, fue impactado por un misil tierra-aire. El siniestro dejó un saldo de 38 personas fallecidas y 29 sobrevivientes, muchos de ellos en estado crítico.
Según reportes, las autoridades rusas habrían negado el permiso de aterrizaje a la aeronave tras el ataque, lo que obligó al piloto a redirigir el vuelo hacia Kazajstán. Además, se informó sobre un “bloqueo extremo de GPS” que afectó los sistemas de navegación y comunicación del avión, complicando aún más las maniobras de emergencia.
Durante el desvío, el avión perdió señal en varios intervalos, según registros de Flightradar24, dificultando su seguimiento. Las imágenes del lugar del accidente muestran el impacto devastador, con la sección delantera de la aeronave completamente calcinada. La mayoría de los sobrevivientes fueron rescatados de la parte trasera del avión, aunque siete de ellos permanecen en estado crítico.
Kazajstán ha iniciado una investigación oficial y ofreció colaboración a Azerbaiyán, aunque excluyó a Rusia de las pesquisas, lo que subraya la tensión diplomática. Por su parte, Azerbaiyán también investiga los hechos y espera que Moscú asuma responsabilidad, aunque no se ha acusado oficialmente a Rusia de un ataque intencionado.
Mientras tanto, Rusia ha pedido tiempo para esclarecer el caso, minimizando las acusaciones sobre un posible derribo deliberado. Sin embargo, las posiciones de Azerbaiyán y Kazajstán apuntan a un conflicto diplomático en desarrollo que podría escalar en las próximas semanas.
