Miércoles 10 de Diciembre 2025
Australia se convirtió este miércoles en el primer país del mundo en prohibir que menores de 16 años utilicen las principales plataformas de redes sociales. La medida, que ya está en vigor, es observada con atención por gobiernos, padres y comunidades educativas de distintos países, que buscan respuestas ante el impacto de estas plataformas en la salud mental de los jóvenes.
La legislación surge tras años de inquietudes sobre los efectos negativos asociados al uso excesivo de redes sociales: adicción, ansiedad, depresión, trastornos de la imagen corporal, así como riesgos de acoso, abuso y explotación.
La entrada en vigor de la norma no ha estado exenta de controversias. Dos adolescentes australianos presentaron una demanda para suspender la ley, alegando que esta vulnera su derecho a la expresión política. Organizaciones defensoras de la privacidad también han criticado la obligatoriedad de entregar datos sensibles para verificar la edad.
Pese a esto, la iniciativa australiana podría inspirar a otros países. Dinamarca y Malasia ya estudian medidas similares, y en Estados Unidos crece el debate sobre regulaciones más estrictas para proteger a los menores en internet.
Michael Posner, director del Centro Stern para Empresas y Derechos Humanos de la Universidad de Nueva York, afirmó que Australia se convierte en un “caso de prueba global”. Si la prohibición funciona, asegura, muchos gobiernos podrían replicarla.
La ley clasifica a plataformas como Snapchat, Facebook, Instagram, TikTok, YouTube, X, Twitch, Reddit, Threads y Kick como “servicios restringidos por edad”. Estas deberán implementar sistemas de verificación —ya sea mediante documentos oficiales o inteligencia artificial que estima la edad a través de un escaneo facial— para impedir el acceso de menores. El incumplimiento podría implicar multas millonarias.
Aunque los menores no enfrentarán sanciones si logran eludir los controles (por ejemplo, usando una VPN), los cuestionamientos sobre privacidad se mantienen. Usuarios y expertos temen que la verificación facial o la entrega de identificaciones exponga datos biométricos innecesarios.
En Estados Unidos, varios estados han comenzado a aprobar leyes menos estrictas, pero orientadas a reforzar la supervisión adulta. Nebraska, Utah, Texas y Louisiana han legislado para exigir verificación de edad y consentimiento de padres para crear cuentas o descargar aplicaciones. La Corte Suprema también avaló recientemente la verificación obligatoria de edad en sitios para adultos, lo que abre la puerta a regulaciones más amplias.
Algunos líderes políticos incluso han planteado prohibiciones similares a la australiana. Rahm Emanuel, exjefe de gabinete de Barack Obama y posible aspirante a la presidencia en 2028, defendió públicamente la idea esta semana. Sin embargo, un consenso federal parece improbable debido a diferencias partidarias y a la presión de la industria tecnológica.
Mientras tanto, las propias empresas de redes sociales están implementando nuevas medidas de protección ante la creciente presión pública. Recordatorios para descansar, limitaciones de contenido, controles parentales, cuentas especiales para adolescentes y sistemas de inteligencia artificial para estimar la edad son algunas de las estrategias que ya están aplicando compañías como Meta, YouTube, OpenAI y Roblox.
Si la política australiana demuestra ser eficaz, podría acelerar la adopción de regulaciones similares en otros países, incluidos los Estados Unidos, obligando a las plataformas a realizar cambios más profundos en su funcionamiento global.

