Lunes 21 de Octubre, 2024
La crisis energética en Cuba ha alcanzado un punto crítico tras cuatro días consecutivos de apagones, afectando gravemente a la vida diaria en la isla. Negocios, hospitales, sistemas de transporte y hogares permanecen sin electricidad, obligando a la población a buscar soluciones desesperadas mientras se enfrenta a una incertidumbre creciente.
Las autoridades no han ofrecido una fecha clara para el restablecimiento del servicio eléctrico, lo que incrementa la frustración en una ciudadanía ya afectada por la inflación, la escasez de productos básicos y el deterioro de los servicios públicos. El Ministerio de Energía y Minas había advertido desde el principio que la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) sería lenta y complicada.
El ministro Vicente de la O Levy reconoció que la situación es “muy tensa”, destacando que gran parte de la población ha quedado sin acceso a agua potable, ya que los motores que bombean el agua dependen de la electricidad.
Aunque los apagones son un problema recurrente en Cuba desde hace años, en las últimas semanas la situación ha empeorado, con días en los que hasta el 50% del país ha quedado simultáneamente sin electricidad. Esto no solo afecta la economía, que se contrajo un 1,9% en 2023, sino que también aviva el descontento social en una población agotada por la crisis económica.
Los apagones han sido el detonante de protestas en varias ocasiones, como las manifestaciones del 11 de julio de 2021, las de Nuevitas y La Habana en 2022, y más recientemente las del 17 de marzo de 2023 en Santiago de Cuba, que expresan la creciente frustración contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel.