Jueves 5 de Diciembre, 2024
Cada 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, una fecha destinada a reflexionar sobre la importancia de los suelos sanos y a promover su manejo sostenible como base para la seguridad alimentaria, el equilibrio ecológico y la mitigación del cambio climático. Este día busca concienciar a la población mundial sobre la necesidad urgente de cuidar este recurso, esencial para la agricultura, la biodiversidad y el desarrollo humano.
El origen de esta conmemoración se remonta al año 2002, cuando la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS) propuso una jornada internacional dedicada al suelo. Posteriormente, Tailandia respaldó esta iniciativa, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) impulsó la creación del Día Mundial del Suelo como parte de la Alianza Mundial por el Suelo. Finalmente, en diciembre de 2013, la Asamblea General de la ONU aprobó la propuesta, estableciendo el 5 de diciembre como la fecha oficial. En 2014, se celebró por primera vez a nivel global.
Este día no solo resalta la necesidad de proteger los suelos frente a amenazas como la erosión, la contaminación y la urbanización desmedida, sino que también busca generar acciones concretas en favor de su recuperación y conservación. El suelo es un recurso no renovable: se estima que formar solo un centímetro de suelo fértil puede tomar hasta mil años, lo que subraya su fragilidad y la importancia de manejarlo de manera responsable.
Además, el Día Mundial del Suelo de cada año cuenta con un tema específico que guía las campañas de sensibilización. En años anteriores, estos temas han abordado cuestiones como la pérdida de carbono orgánico del suelo, el impacto de las actividades humanas y la gestión sostenible de nutrientes, todos elementos clave para garantizar la salud del planeta.
Cuidar el suelo es una responsabilidad compartida. Esta jornada invita a gobiernos, organizaciones, agricultores y ciudadanos a trabajar juntos para garantizar que las generaciones futuras puedan contar con un suelo fértil y saludable, capaz de sustentar la vida y garantizar el equilibrio ambiental.

