Sábado 19 de Abril, 2025
Durante la Vigilia del Sábado Santo, el papa Francisco envió un poderoso mensaje a los fieles del mundo: ser mensajeros de esperanza ante los “vientos de muerte” que aún azotan a la humanidad. Aunque no presidió la ceremonia debido a su convalecencia por una infección respiratoria, su homilía fue leída por el cardenal Giovanni Battista Re en la basílica de San Pedro.
El pontífice, que fue dado de alta el pasado 23 de marzo tras permanecer 38 días hospitalizado, se trasladó previamente a la basílica para rezar ante la tumba de San Pedro y saludar brevemente a los peregrinos.
La celebración, una de las más significativas de la Semana Santa, comenzó con la basílica completamente a oscuras y fue iluminándose con la luz de las velas de los fieles. Re, decano del colegio cardenalicio, ofició la misa, en la que también se celebraron bautismos de adultos y la bendición del agua, siguiendo la antigua tradición cristiana.
“La luz resplandece lentamente incluso si nos encontramos en tinieblas”, escribió el papa en su homilía, recordando a los fieles que, a pesar del dolor, la injusticia y la violencia que persisten en el mundo, no deben perder la fe ni la esperanza.
Francisco instó a los creyentes a reproducir la Pascua en sus vidas y ser luz para quienes atraviesan momentos difíciles: los pobres, los oprimidos, las mujeres víctimas de violencia, los niños no nacidos y maltratados, y todos aquellos que sufren las consecuencias de la guerra y el abandono.
El pontífice ha estado ausente de la mayoría de los ritos de Semana Santa, a excepción de una breve visita el Jueves Santo a la cárcel de Regina Coeli, donde saludó a los reclusos, como ha hecho desde el inicio de su pontificado.
Se espera que este domingo el papa aparezca en el balcón central de la basílica para impartir la bendición “Urbi et Orbi”, aunque su participación dependerá de su estado de salud. La misa de Resurrección será presidida por el cardenal Angelo Comastri.
