Viernes 12 de Septiembre 2025
SANTO DOMINGO, RD.- La declaración de los ríos Ozama e Isabela como zonas de alta prioridad para su rescate ha despertado nuevas expectativas en las comunidades que habitan en sus márgenes, tras décadas de contaminación y abandono.
El decreto 531-25, emitido por el presidente Luis Abinader, establece un plan de intervención que busca regenerar estos afluentes desde el punto de vista ambiental, urbano y social. La medida llega luego de años de reclamos de residentes y ambientalistas que han denunciado la degradación de las aguas y la pérdida progresiva de la biodiversidad.
Actualmente, los pescadores del Ozama deben abrir paso entre lilas y basura para permitir la entrada y salida de embarcaciones. A esta situación se suman el mal olor y la reducción de la fauna acuática, evidencias del deterioro que afecta a miles de familias de la zona.
De acuerdo con la disposición presidencial, la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE) será responsable de la mejora y construcción de infraestructuras en las riberas, mientras que el Ministerio de Medio Ambiente deberá garantizar acciones de conservación y protección de los ecosistemas.
Aunque reconocen que la decisión llega tarde, expertos en temas ambientales consideran el anuncio como un paso significativo para revertir años de descuido. En tanto, los comunitarios esperan que el proceso de saneamiento y recuperación inicie de inmediato y que esta vez los compromisos no se queden en promesas.