Martes 10 de Septiembre, 2024
Filadelfia. – Durante el primer debate presidencial, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dejó clara su postura frente a su oponente republicano, Donald Trump, al afirmar que “el Gobierno y Donald Trump no tienen derecho a decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”. Esta declaración resalta el fuerte contraste entre los candidatos respecto al tema del aborto, un asunto central en la contienda electoral del 5 de noviembre.
Harris abogó por restablecer las protecciones federales al derecho al aborto, anuladas por el Tribunal Supremo en junio de 2022, y criticó las restricciones impuestas en varios estados. Desde esa decisión, 21 estados han implementado prohibiciones o restricciones severas, muchas sin excepciones para casos de violación o incesto.
Por su parte, Trump reiteró su apoyo a las restricciones al aborto, aunque reconoció las excepciones en situaciones de violación, incesto o peligro para la vida de la madre. Sin embargo, sus declaraciones fueron rápidamente cuestionadas cuando aludió a un falso argumento sobre los demócratas, afirmando que permiten abortos tardíos e incluso “ejecuciones” de bebés tras el nacimiento, lo que fue desmentido por los moderadores del debate.
Harris, además de proponer una ley federal que garantice el acceso al aborto, se comprometió a bloquear cualquier intento republicano de prohibir el aborto a nivel nacional si llega a la presidencia. Mientras tanto, Trump evitó comprometerse abiertamente sobre una prohibición nacional, sugiriendo que no sería necesaria debido a la falta de apoyo en el Congreso.
El debate sobre el aborto sigue siendo uno de los temas más polarizantes en la carrera electoral, con ambos candidatos delineando claramente sus posturas.
