Domingo 16 de Noviembre 2025
Santo Domingo.– En el marco de la celebración de su 50 aniversario, Hogar Crea Dominicano llevó a cabo su quincuagésima Ceremonia de Reeducación, un emotivo acto dedicado a la memoria de su fundador, don Leopoldo Díaz, fallecido el pasado 9 de noviembre y considerado una figura clave en la lucha contra las adicciones en el país.
Durante la actividad, el director ejecutivo de la institución, Julio Manuel Díaz Capellán —hijo del fundador— destacó que este acto constituye “la mayor muestra de gratitud hacia quien dedicó su vida a rescatar a miles de personas”. Añadió que esta promoción se realiza en honor a don Leopoldo, cuyo legado, dijo, “continuará guiando el trabajo de Hogar Crea Dominicano”.
En esta edición, 600 hombres y mujeres culminaron satisfactoriamente el proceso terapéutico y disciplinario del programa, siendo reintegrados a la sociedad como ciudadanos preparados para emprender una nueva etapa, reconstruir sus proyectos de vida y aportar positivamente a sus comunidades.
El legado de don Leopoldo Díaz
La creación de Hogar Crea surgió del dolor y la determinación de su fundador. En la década de 1970, al ver a uno de sus hijos caer en las drogas, don Leopoldo convirtió esa experiencia en una misión: establecer un sistema de recuperación humano, digno y efectivo.
Su búsqueda lo llevó a Puerto Rico, donde conoció un modelo de tratamiento basado en la reeducación del carácter, apoyo psicológico y desintoxicación progresiva. Ese enfoque permitió la recuperación de su hijo y marcó el inicio de la institución que, desde 1975, se ha consolidado como una de las principales obras sociales del país.
Lo que comenzó en Alma Rosa hoy se ha expandido a más de 40 hogares en todo el territorio nacional, brindando acompañamiento a miles de personas sin importar su origen social y ofreciendo esperanza a quienes enfrentaban situaciones de desesperación.
Durante cinco décadas, don Leopoldo fue el pilar moral y operativo de la entidad. Su carácter firme, su sensibilidad humana y su vocación de servicio lo convirtieron en un referente para varias generaciones. Aunque su ausencia deja un profundo vacío, su visión continúa bajo la dirección de su hijo, Julio Manuel Díaz Capellán, quien afirmó: “Mi padre partió orgulloso de su obra. Hoy reafirmamos nuestro compromiso de salvar vidas y restaurar familias”.
La ceremonia tuvo lugar en el Salón Independencia del Ministerio de Defensa, ubicado en la avenida 27 de Febrero esquina Luperón, en el Distrito Nacional.

