Sábado 30 de Agosto 2025
Islamabad.– Las intensas lluvias monzónicas y el deshielo de glaciares en el norte de Pakistán han desencadenado una emergencia en la provincia de Punyab, donde el desbordamiento simultáneo de tres ríos ha dejado al menos 28 fallecidos y más de 1,4 millones de personas afectadas.
De acuerdo con la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres (PDMA), se trata de una situación inédita en la región. «Nunca habíamos enfrentado un desastre de esta magnitud en Punyab», declaró su director general, Irfan Ali Kathia, al confirmar que miles de familias han sido evacuadas y otras tantas permanecen en riesgo.
El último balance oficial indica que más de 429.000 personas han sido evacuadas y 365 campamentos de ayuda humanitaria se encuentran operativos, mientras que al menos 1.769 aldeas quedaron anegadas.
Las autoridades advierten que la situación podría agravarse en las próximas horas debido al caudal creciente del río Chenab, que podría alcanzar niveles superiores a los 22.000 metros cúbicos por segundo, aumentando el riesgo de devastación a gran escala. El avance de los ríos Ravi y Sutlej hacia el Indo, el más importante del país, también eleva la alerta de inundaciones hacia el sur.
La PDMA acusó a la India de no informar con antelación sobre la liberación de agua de sus represas, lo que habría intensificado los daños en Punyab. «La falta de coordinación ha sido un factor determinante en la crisis», señaló Kathia.
En Lahore, capital provincial, varias zonas quedaron inundadas, aunque sin reportes de víctimas mortales.
Pakistán vive así uno de sus episodios más críticos de inundaciones en casi cuatro décadas, en un escenario que revive el trauma de 2022, cuando más de 1.700 personas perdieron la vida y el país enfrentó pérdidas multimillonarias por el impacto de las lluvias extremas.