Sábado 18 de Enero, 2025
PUERTO PRÍNCIPE.– Este sábado, 217 policías kenianos llegaron a Puerto Príncipe en un avión chárter, escoltados por militares estadounidenses, como parte de un refuerzo significativo para la misión de seguridad en Haití. Este despliegue refuerza el compromiso del presidente de Kenia, William Ruto, tras meses de incertidumbre sobre su apoyo a las fuerzas de seguridad en el país caribeño.
El grupo forma parte de los 600 oficiales prometidos por Ruto para finales de 2024. Sin embargo, el envío se retrasó debido a la derrota de los demócratas en las elecciones presidenciales de noviembre y el cambio de primer ministro en Haití, lo que había generado dudas sobre la viabilidad de la misión. Ruto también expresó su preocupación por la falta de recursos y equipamiento para apoyar a la policía haitiana en su lucha contra las pandillas.
La llegada de los policías fue precedida por declaraciones del senador Marco Rubio, nominado por el presidente electo Donald Trump como secretario de Estado, quien elogió el papel de Kenia en la misión multinacional de seguridad en Haití. Las declaraciones de Rubio parecieron disipar las dudas, y funcionarios de los ministerios de Interior y Relaciones Exteriores de Kenia despidieron al contingente en Nairobi.
El avión aterrizó en Puerto Príncipe poco después de las 11 a.m., en un contexto de alta tensión en la capital haitiana, marcada por la violencia y el control de las pandillas. Con este refuerzo, el número de policías kenianos en Haití asciende a 597, mientras que el total de fuerzas extranjeras supera los 800, incluyendo efectivos de Jamaica, Bahamas, Belice, Guatemala y El Salvador.
El gobierno de Joe Biden presionó a Kenia para completar el despliegue antes de su salida del poder el próximo lunes, con el objetivo de alcanzar los 1,000 oficiales en Haití. No obstante, expertos advierten que, incluso con 2,500 efectivos, la crisis de violencia en Haití sigue siendo difícil de controlar. En 2023, la violencia alcanzó niveles récord, con más de 5,600 homicidios y un millón de personas desplazadas, según datos de la ONU.
Especialistas subrayan la urgencia de replantear las estrategias tanto nacionales como internacionales para frenar la violencia y la crisis humanitaria en Haití.