Jueves 17 de Abril, 2025
(EFE).- Un gran jurado federal en Estados Unidos presentó este jueves una acusación formal contra Luigi Mangione, de 26 años, por el asesinato con arma de fuego del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson. Este delito conlleva la posibilidad de pena de muerte, según informó The New York Times.
La imputación, que refleja la presentada anteriormente por la Fiscalía de Nueva York, incluye cuatro cargos: asesinato con arma de fuego, uso ilegal de armas y dos por acoso. Según el documento judicial, Mangione viajó desde Georgia a Nueva York a finales de noviembre de 2024 con la intención de acosar, intimidar y finalmente asesinar a Thompson, lo cual habría llevado a cabo con un arma equipada con silenciador.
El asesinato ocurrió frente a un hotel en el centro de Manhattan, donde Thompson, de 50 años, se dirigía a una actividad de inversores de UnitedHealthcare, considerada la mayor aseguradora médica privada del país. Según los investigadores, Mangione le disparó por la espalda en la mañana del 24 de noviembre.
En la escena del crimen se encontraron casquillos de bala, y en su mochila, tras ser detenido cinco días después en Pensilvania, se hallaron textos que reflejaban su rechazo hacia el sistema de seguros médicos y señalaban a Thompson como su objetivo.
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, ordenó a los fiscales solicitar la pena de muerte en caso de condena. No obstante, los abogados defensores han denunciado la falta de garantías procesales y la presunta influencia mediática del caso, sobre todo por declaraciones públicas de Bondi en redes sociales.
Mangione deberá comparecer este Viernes Santo ante un tribunal federal en Nueva York, donde se espera que se le lean formalmente los cargos. Hasta el momento, su equipo legal no ha emitido declaraciones.
Detención en Pensilvania
Mangione fue arrestado el 9 de diciembre de 2024 en un restaurante McDonald’s en Altoona, Pensilvania, tras ser reconocido por un cliente del local. Al momento de su captura, portaba una “pistola fantasma” —arma sin número de serie y difícil de rastrear— que, según las autoridades, podría haber sido fabricada con una impresora 3D, además de un silenciador.
Ese mismo día fue procesado en un tribunal de Pensilvania por cinco cargos iniciales y se le negó la libertad bajo fianza.
