Domingo 2 de Junio, 2024
MÉXICO.-Las elecciones en México hoy alumbrarán un hecho histórico: por primera vez una mujer llegará a la Presidencia. Así se observan los últimos sondeos las posibilidades la tiene Claudia Sheinbaum en contra de Xóchitl Gálvez en suceder a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pero la opinión pública y los comicios generales no son una ciencia exacta.
Jorge Álvarez Máynez, el tercer candidato en contienda, aparece lejos en la carrera por el poder.
La agenda doméstica en México está atravesada por la violencia cotidiana, la migración indocumentada y la situación económica. Sheinbaum y Gálvez reciben la herencia de AMLO y tienen estrategias distintas para resolver estos tres problemas de Estado que condicionan a la opinión pública.
Si gana la candidata de la Alianza “Sigamos haciendo historia”, sus posibilidades de plantear reformas internas serán más amplias que en caso de un triunfo de la representante de la coalición “Fuerza y corazón por México”.
Sheinbaum aguarda un importante triunfo en las cámaras legislativas que renuevan 128 senadores y 500 diputados. Y eso le daría apalancamiento político para sancionar en el Congreso un paquete de leyes que abordarían los tres asuntos -y economía, violencia, y migración, que más preocupan a la sociedad mexicana.
La política doméstica de México es impactada por su relación bilateral con Estados Unidos. Ambos países comparten un Tratado de Libre Comercio -junto a Canadá- y una larga y porosa frontera de 3.152 kilómetros de extensión, que es protagonista en la economía bilateral, en las cuestiones de seguridad y en la constante migración indocumentada que se inicia al sur de América Latina.
A diferencia de AMLO, que compartía todos los intereses geopolíticos de la Casa Blanca, Sheinbaum considera que no se puede aceptar la relación con Estados Unidos a libro cerrado. Si finalmente llega al poder, la candidata nacida y criada en Morena propondrá a Washington nuevas reglas de juego en su sociedad regional.
Cuando Sheinbaum explica a su círculo más cerrado que se debe negociar con Estados Unidos todos los asuntos estratégicos, la mirada está puesta en la migración indocumentada, la seguridad interna y los delitos trasnacionales, y la tendencia firme del Nearshoring, que implica la instalación de empresas de distintos capitales en México.
La candidata oficial -si gana los comicios- planteará a la Casa Blanca que quiere un acuerdo sobre los flujos humanitarios en la frontera que se apoye en la identificación de cada migrante. Sheinbaum desea garantizar que el mexicano que cruza no tiene antecedentes y no será un peligro en Estados Unidos.
La situación en la frontera no sólo es un asunto crucial por la migración indocumentada y su impacto en ambos países. El tráfico de Fentanilo es un tema que afecta a la sociedad de Estados Unidos por la cantidad de muertos que causa y por la influencia que concede a las bandas que operan desde territorio mexicano.
Este derivado sintético del opio -más poderoso que la heroína y la morfina- mata a miles de jóvenes estadounidenses al año y es una cuestión que afecta las relaciones entre Washington y Beijing. China es el principal fabricante del fentanilo y hace muy poco para evitar que llegue a México como paso previo a Estados Unidos.
Sheinbaum tiene intenciones de definir su propia estrategia y acordar puntos en común con la Casa Blanca, si hoy gana los comicios presidenciales. Esta voluntad política, como así también su perspectiva sobre la migración y la seguridad nacional, ya es conocida por la administración Biden y por ciertos referentes del partido Republicano que podrían integrar un eventual gobierno de Donald Trump.
Sheinbaum tiene ascendencia judía, y está en contacto con el gabinete de Guerra que lidera Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. La candidata oficial apoya el cese del fuego en Gaza, reclama que Hamas devuelva a los rehenes y guarda bajo siete llaves qué piensa sobre ciertas decisiones que asumió Netanyahu para exterminar a la organización terrorista financiada por Irán.
El 28 de julio hay elecciones en Venezuela, y es probable que para esa fecha Sheinbaum ya sea presidenta electa de México. Su posición es clara respecto al régimen de Nicolás Maduro y a la necesidad de un gobierno democrático que termine con la opresión a la sociedad venezolana. Exige comicios transparentes y la plena libertad civil en Venezuela.