Jueves 2 de Enero, 2025
Santo Domingo.– El pastor Ezequiel Molina generó controversia al afirmar que los avances profesionales de las mujeres suelen repercutir en la atención al hogar. Durante su discurso titulado «Cisternas rotas», basado en un pasaje bíblico que alude a la insatisfacción y falta de plenitud, Molina reflexionó sobre los cambios en la estructura familiar debido a los retos que impone la vida moderna.
El pastor resaltó cifras que evidencian el papel protagónico de las mujeres en la economía dominicana: “Actualmente, las mujeres constituyen el 53% de la fuerza laboral en el país, y las exportaciones lideradas por ellas han crecido un 27%”. No obstante, advirtió sobre las posibles consecuencias de este éxito: “En muchos casos, el compromiso laboral y empresarial puede ir acompañado de un descuido en la dinámica familiar”.
“En mi experiencia, detrás de cada mujer exitosa en los negocios y las empresas, es probable que haya una familia que enfrenta desafíos por la falta de tiempo y atención. No lo digo para señalar, sino para reflexionar”, expresó Molina, subrayando que la búsqueda del éxito profesional ha afectado tanto a madres como a padres en su rol dentro del hogar.
Las declaraciones han provocado un amplio debate en diversos sectores, destacando la necesidad de encontrar un equilibrio entre las responsabilidades profesionales y familiares.
El pastor lamentó las transformaciones que han afectado al modelo familiar tradicional, atribuyéndolas a las crecientes prioridades laborales que han generado una desconexión en los hogares. Según afirmó, “los padres y las madres de hoy carecen de tiempo para sus hijos, sus parejas e incluso para ellos mismos. Hemos modificado el diseño original para atender las demandas sociales”.
Asimismo, expresó preocupación por las consecuencias de estas alteraciones, señalando un incremento en casos de depresión, suicidio, violencia y delincuencia. Según el pastor, estas situaciones reflejan una sociedad “desesperada” por romper lo que describió como el “patrón divino” de la familia.
El líder religioso también criticó el entorno en el que se crían los niños, mencionando que muchos menores crecen sin supervisión directa de sus padres, lo que deja su educación en manos de la comunidad: “Hoy en día, los hijos se crían solos o el barrio se encarga de educarlos porque los padres no tienen tiempo”.
Las declaraciones han generado debate en torno a la conciliación entre el ámbito laboral y la vida familiar, así como el impacto de los cambios sociales en la estructura y valores tradicionales del hogar.