Jueves 7 de Noviembre, 2024
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, expresó este jueves la disposición de Moscú para dialogar con la próxima Administración estadounidense tras la reciente victoria electoral de Donald Trump. Lavrov afirmó que, aunque las relaciones entre ambos países se encuentran en un punto bajo, Rusia no ha sido quien suspendió el diálogo y está preparada para retomarlo en condiciones de respeto mutuo.
Durante su visita a Kazajistán, Lavrov declaró: “Si se produce una propuesta genuina para entablar un diálogo sin condiciones unilaterales, Rusia estará dispuesta a participar”. Subrayó que Moscú nunca se ha negado a dialogar, y que el presidente Vladímir Putin considera el diálogo como una opción preferible al aislamiento.
El diplomático ruso también señaló que los problemas en la relación bilateral son profundos, atribuyéndolos a una visión de la élite estadounidense que no tolera la competencia en la escena global. Aseguró que la postura de EE. UU. respecto a sus rivales internacionales ha dificultado la cooperación y el entendimiento.
En cuanto a Ucrania, Lavrov manifestó que Rusia está dispuesta a considerar cualquier propuesta seria y constructiva para un arreglo pacífico, aunque lamentó que los aliados europeos de EE. UU. sigan apoyando lo que él describió como planes “sin salida” del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Además, Lavrov indicó que Moscú no pondrá trabas si Trump decide reemplazar a la actual embajadora de EE. UU. en Rusia, Lynne Tracy. También adelantó que Rusia sigue en proceso de seleccionar a su próximo embajador en Washington.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no descartó un posible contacto entre Putin y Trump antes de la investidura del próximo presidente estadounidense el 20 de enero. “No se descarta. Trump ha mencionado que llamará a Putin antes de la toma de posesión”, comentó Peskov, aunque no confirmó quién representará a Rusia en la ceremonia inaugural.
Hasta el momento, Putin no ha felicitado oficialmente a Trump por su victoria, una postura que contrasta con la de otros líderes, incluyendo varios de la región postsoviética como el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el líder bielorruso Alexandr Lukashenko, principal aliado del Kremlin.
