Martes 22 de Octubre, 2024
El número de fallecidos en Cuba debido al paso de la tormenta tropical Óscar aumentó a siete, según informaron las autoridades este martes. La tormenta, que golpeó con fuerza la región oriental del país, ha dejado una estela de devastación en su camino.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, confirmó a través de su cuenta en X que la última víctima mortal fue registrada en la localidad de Imíaz, situada en la provincia de Guantánamo, la más afectada por el fenómeno. En su mensaje, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y detalló los planes para la fase de recuperación. «Nos duele cada pérdida y trabajaremos para restablecer lo antes posible las áreas afectadas, con el objetivo de proteger a nuestro pueblo y reparar los daños en el menor tiempo posible», afirmó.
Aún hay comunidades rurales incomunicadas, lo que ha dificultado una evaluación completa de los daños. Las autoridades reportan más de mil viviendas destruidas o severamente afectadas, junto con infraestructuras dañadas y graves pérdidas en el sector agrícola. Hasta la mañana del martes, se contabilizaban 6,000 personas damnificadas, principalmente debido a las inundaciones, el desbordamiento de ríos y la penetración del mar en zonas costeras.
Óscar tocó tierra como huracán de categoría 1 el domingo por la tarde cerca de Baracoa, en el este de Cuba, y permaneció más de 24 horas en la isla, generando intensas lluvias, fuertes vientos y marejadas. Salió del territorio cubano el lunes por la tarde desde las cercanías de Gibara. Las provincias orientales de Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Las Tunas fueron declaradas en fase de normalidad tras no registrar daños significativos.
La tormenta Óscar, la decimoquinta de la actual temporada ciclónica del Atlántico, es la primera en impactar directamente en Cuba este año. Los meteorólogos ya habían advertido de que la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, sería especialmente activa. El último huracán de gran magnitud en golpear la isla fue Irma, en 2017, que dejó un saldo de diez fallecidos y más de 13 mil millones de dólares en pérdidas.