Domingo 21 de Septiembre 2025
La visa H-1B, uno de los programas más utilizados por las empresas estadounidenses para atraer talento extranjero, vuelve a estar en el ojo del huracán tras un cambio sin precedentes impulsado por el presidente Donald Trump.
Este permiso de trabajo permite a compañías de EE.UU. contratar temporalmente a profesionales altamente calificados en áreas como tecnología, ingeniería, medicina y ciencias. Para acceder, el solicitante debe poseer un título universitario y demostrar conocimientos especializados. La visa tiene una vigencia inicial de tres años, renovable hasta un máximo de seis.
Cada año, el gobierno otorga 65,000 visas H-1B, más 20,000 adicionales para graduados de universidades estadounidenses. Sin embargo, la demanda suele superar con creces la disponibilidad, lo que ha convertido al programa en un punto clave dentro del debate migratorio.
Una tarifa histórica de USD$100,000
El 19 de septiembre de 2025, Trump firmó un decreto que establece una nueva condición: el pago de una tarifa única de USD$100,000 para solicitudes iniciales del visado. La medida, que entra en vigor este domingo y tendrá vigencia de un año (con posibilidad de prórroga), no afectará a renovaciones ni a titulares actuales de H-1B.
La Casa Blanca aclaró que este monto se pagará solo una vez, al momento de la petición, y no de manera anual como se había interpretado en un inicio.
India, la más afectada
La disposición golpea con mayor fuerza a los profesionales de la India, quienes concentran más del 70 % de los beneficiarios de esta visa. De acuerdo con datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS), en el año fiscal 2024, los indios representaron el 71 % de las solicitudes aprobadas, seguidos por China (12 %), Filipinas (1,3 %), Canadá (1,1 %) y Corea del Sur (1,0 %).
En total, se aprobaron casi 400,000 solicitudes, con predominio en el sector tecnológico, que agrupa más del 60 % de los casos.
Impacto en el sector tecnológico
La medida podría encarecer significativamente la contratación de ingenieros, programadores y desarrolladores extranjeros, lo que genera preocupación entre empresas de Silicon Valley y otras firmas que dependen de talento especializado. Aunque sectores como la educación, la salud y la investigación también recurren a este visado, la tecnología sigue siendo el epicentro de la discusión.
Con esta nueva tarifa, el programa H-1B se convierte en uno de los más costosos del mundo, desatando un intenso debate sobre si Estados Unidos busca atraer talento o limitarlo.