Domingo 28 enero, 2024
António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, pidió a los países que continúen financiando a la principal agencia que presta ayuda en Gaza luego de que varios de sus empleados fueran acusados de participar en el ataque de Hamás a Israel que desencadenó la guerra hace cuatro meses.
La disputa en torno al mayor proveedor de ayuda vital para los palestinos se producía mientras funcionarios estadounidenses decían estar cerca de un acuerdo de cese el fuego.
El acuerdo incipiente llevaría un receso de dos meses a la peor violencia jamás registrada entre israelíes y palestinos, que ha desestabilizado a todo Oriente Medio.
Guterres advirtió que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, conocida como UNRWA, se vería obligada a reducir la ayuda a más de dos millones de palestinos a partir de febrero. El enclave costero está inmerso en una grave crisis humanitaria en la que un cuarto de la población está en riesgo de hambruna.
Los despreciables actos de estos empleados deben tener consecuencias”, dijo Guterres en un comunicado.
“Pero las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para UNRWA, muchos en las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios, no deben verse penalizados. Las enormes necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirven deben cubrirse”, añadió.
Señaló que de los 12 empleados acusados de participar en el ataque, nueve han sido despedidos de inmediato, se había confirmado la muerte de otro y “la identidad de los otros dos se está aclarando”. Señaló que todos asumirían responsabilidades, lo que incluía procesos penales.
UNRWA tiene 13.000 empleados en Gaza, casi todos palestinos. Ofrece servicios básicos como atención médica y educación, para familias palestinas que huyeron o fueron expulsadas de lo que ahora es Israel durante la guerra de 1948 en torno a su creación, una mayoría de la población de Gaza.
La agencia ha ampliado sus operaciones durante la guerra y dirige refugios que acogen a cientos de miles de personas recién desplazadas.
Más de 2 millones de los 2,3 millones de personas del territorio dependen de ello para su “mera supervivencia”, lo que incluye comida y cobijo, según el director de UNRWA, Philippe Lazzarini , que dijo que su estructura “puede colapsar en cualquier momento”.
Estados Unidos, que es el principal donante de la agencia, suspendió de inmediato el financiamiento durante el fin de semana, y se vio seguido por otros países, como Reino Unido, Alemania e Italia.