Viernes 30 de Agosto, 2024
Caracas.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este jueves que el país experimentará en 2024 “la inflación más baja en décadas”, destacando que la sociedad y los actores económicos tienen “buenas expectativas” ante esta tendencia.
Durante una reunión con representantes del sector financiero, transmitida por el canal estatal VTV, Maduro afirmó que “hemos derrotado la hiperinflación”, y pronosticó que este año se registrará la cifra inflacionaria más baja en varias décadas.
Desde el año pasado, Venezuela ha mostrado una desaceleración significativa en la inflación, que alcanzó un 0.75 % en julio, según el Banco Central de Venezuela (BCV). Esto ocurre pese a las “perturbaciones políticas” y sanciones económicas que enfrenta el país, explicó Maduro.
El pasado 1 de julio, el mandatario había declarado que junio registró la inflación más baja en 39 años, aunque el BCV rectificó más tarde que este descenso correspondía a un período de 12 años, siendo la menor cifra inflacionaria desde 2012. Además, Maduro resaltó que el indicador de julio, con un 0.75 %, continuó la tendencia a la baja.
En otro ámbito, Maduro informó que la economía venezolana creció un 8.78 % entre abril y junio de este año, acumulando trece trimestres consecutivos de crecimiento en el producto interno bruto (PIB). También subrayó un incremento del 8.99 % en el consumo interno durante el primer semestre de 2024, lo que, según él, refleja un “mercado fuerte” en el país.
No obstante, reconoció que aún es necesario mejorar los salarios y los ingresos de los trabajadores. Actualmente, en Venezuela se necesitan 34,4 salarios mínimos, equivalentes a 3,5 dólares mensuales, para cubrir el costo de la canasta básica alimentaria, que en julio ascendió a 108,5 dólares por persona en una familia de cinco miembros, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Los trabajadores venezolanos reciben, además del salario mínimo, una bonificación alimentaria de 40 dólares y, en el caso de los empleados públicos, un “bono de guerra económica” de 90 dólares, sumando un total de 133,5 dólares, pagados en bolívares según la tasa de cambio oficial del BCV.
